Europa pren mesures dràstiques contra l'urbanismeText de José Crespo:
Señor Presidente, señorías:
Desde hace dieciocho años soy un jurista especializado en Derecho europeo.
Creo en Europa, y creo en el Estado de Derecho.
En 1999 me trasladé a vivir a Alicante. Vi una casa con jardín que me gustó. Antes de comprarla, fui al Ayuntamiento a informarme sobre la situación de la vivienda. Todo perfectamente legal. La compré.
Hace dos años oí rumores sobre expropiaciones en mi zona. No había recibido ninguna notificación. Investigué, y supe que una empresa había presentado un proyecto para urbanizar la zona en que se ubica mi casa. El proyecto estaba en una notaría, y allí tuve que ir a consultarlo. Bienvenido al sistema de la LRAU.
Durante dos meses, y siempre SIN RECIBIR NINGUNA NOTIFICACIÓN, tuve que ir cada semana al ayuntamiento, a ver si habían presentado algún proyecto nuevo, y examinar cómo afectaba a mi casa. NUEVE PROYECTOS. Algunos parecían respetarla, otros la destruían bajo una rotonda, otros me quitaban la mitad del jardín… Nadie puede imaginar la humillación de tener que descubrir entre planos indescifrables lo que unos terceros proponen hacer con tu casa. Jamás me he sentido menos ciudadano de un Estado de Derecho. Yo soy jurista, sé defenderme y aun así me sentí humillado. Imaginen los agricultores, jubilados, extranjeros…
Así que empecé a pensar en Europa, y más concretamente en las directivas comunitarias sobre contratos públicos. ¿Cómo es posible que unas obras cuyo coste rondaba los 100 millones de euros no respetaran las directivas? Ni había pliego de condiciones, ni se habían publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, ni se respetaban las obligaciones de transparencia y competencia.
Pasé 6 meses trabajando como voluntario para preparar una queja que presentamos ante la Comisión Europea en julio de 2004. La Comisión nos ha dado la razón y ha abierto un procedimiento de infracción contra España.
Señorías: durante diez años, no se había conseguido NADA a nivel nacional, más que algunas sentencias aisladas sobre casos puntuales y concretos. NADA contra la ley en cuanto tal.
Recuerden: si estamos consiguiendo algo es gracias a la presión que ejercen las instituciones europeas desde Bruselas, no gracias a Madrid ni a Valencia.
Tengan presente, por favor, que las víctimas de los abusos urbanísticos JAMAS hubieran podido pagar la factura de un abogado para atacar esta ley ante Bruselas. Para alguien que de la noche a la mañana pierde más del 50% de su terreno, quizás incluso su casa, y tiene además que pagar una suma enorme para conservar la parte que le dejan, es simplemente imposible pensar en gastarse miles de euros en la minuta de un abogado para atacar UNA LEY. No se sorprendan si los representantes de los afectados somos hoy aquí un señor jubilado, que pasa casi las 24 horas del día ocupándose de estos asuntos, y un jurista afectado que trabaja como voluntario.
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