dissabte, 28 de març del 2009

Millor tard que mai



Europa pren mesures dràstiques contra l'urbanisme

Text de José Crespo:

Señor Presidente, señorías:

Desde hace dieciocho años soy un jurista especializado en Derecho europeo.

Creo en Europa, y creo en el Estado de Derecho.

En 1999 me trasladé a vivir a Alicante. Vi una casa con jardín que me gustó. Antes de comprarla, fui al Ayuntamiento a informarme sobre la situación de la vivienda. Todo perfectamente legal. La compré.

Hace dos años oí rumores sobre expropiaciones en mi zona. No había recibido ninguna notificación. Investigué, y supe que una empresa había presentado un proyecto para urbanizar la zona en que se ubica mi casa. El proyecto estaba en una notaría, y allí tuve que ir a consultarlo. Bienvenido al sistema de la LRAU.

Durante dos meses, y siempre SIN RECIBIR NINGUNA NOTIFICACIÓN, tuve que ir cada semana al ayuntamiento, a ver si habían presentado algún proyecto nuevo, y examinar cómo afectaba a mi casa. NUEVE PROYECTOS. Algunos parecían respetarla, otros la destruían bajo una rotonda, otros me quitaban la mitad del jardín… Nadie puede imaginar la humillación de tener que descubrir entre planos indescifrables lo que unos terceros proponen hacer con tu casa. Jamás me he sentido menos ciudadano de un Estado de Derecho. Yo soy jurista, sé defenderme y aun así me sentí humillado. Imaginen los agricultores, jubilados, extranjeros…

Así que empecé a pensar en Europa, y más concretamente en las directivas comunitarias sobre contratos públicos. ¿Cómo es posible que unas obras cuyo coste rondaba los 100 millones de euros no respetaran las directivas? Ni había pliego de condiciones, ni se habían publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, ni se respetaban las obligaciones de transparencia y competencia.

Pasé 6 meses trabajando como voluntario para preparar una queja que presentamos ante la Comisión Europea en julio de 2004. La Comisión nos ha dado la razón y ha abierto un procedimiento de infracción contra España.

Señorías: durante diez años, no se había conseguido NADA a nivel nacional, más que algunas sentencias aisladas sobre casos puntuales y concretos. NADA contra la ley en cuanto tal.

Recuerden: si estamos consiguiendo algo es gracias a la presión que ejercen las instituciones europeas desde Bruselas, no gracias a Madrid ni a Valencia.

Tengan presente, por favor, que las víctimas de los abusos urbanísticos JAMAS hubieran podido pagar la factura de un abogado para atacar esta ley ante Bruselas. Para alguien que de la noche a la mañana pierde más del 50% de su terreno, quizás incluso su casa, y tiene además que pagar una suma enorme para conservar la parte que le dejan, es simplemente imposible pensar en gastarse miles de euros en la minuta de un abogado para atacar UNA LEY. No se sorprendan si los representantes de los afectados somos hoy aquí un señor jubilado, que pasa casi las 24 horas del día ocupándose de estos asuntos, y un jurista afectado que trabaja como voluntario.

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dimarts, 10 de març del 2009

Clubs socials cannàbics. Una solució legal


Després de vora deu anys que Nacions Unides decidira "declarar-li la guerra a les drogues", no només no s'han acomplit les previsions sinó que el consum ha augmentat i el que és pitjor, les màfies han incrementat el seu benefici i la criminalitat relacionada amb el tràfic de substàncies s'ha disparat al temps que la desinformació, la estigmatització i la hipocresia derivada de polítiques miops i alienes a la realitat, continuen a l'ordre del dia. I és que fixar dins del mateix sac i tractar de seguir el mateix patró amb coses que no tenen res a vore entre sí (ja em direu que tenen en comú un addicte a l'heroïna, un raver que consumeix èxtasi i un pacient que pren cannabis per qüestions de salut) han de generar per força confusió i malentesos. La prova fefaent que Pigmalió encara és viu.

En allò concernent a les anomenades "Drogues blandes" amb una normalització social prou estesa i amb un efectes prou delimitats i del tot assumibles pels seus consumidors, almenys en la majoria dels casos, s'estan portant des de fa uns anys una sèrie d'iniciatives arreu l'estat per a, aprofitant les escletxes de la seua regulació legal, anar formant grups de consumidors amb la finalitat d'autoproveir-se d'un producte de qualitat sense haver de recórrer al mercat negre, així es deixa d'alimentar les organitzacions criminals al temps que es redueix considerablement els riscos físics i psicològics derivats de la qualitat del producte. I tot això sense acabar de traspassar la línia de la il·legalitat. Són els anomenats Clubs socials cannàbics. A Aquesta pàgina trobareu molta informació. Personalment vos recomane aquest vídeo, sobretot si esteu pensant en dur a terme una iniciativa semblant.